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#BioComunica20: un pequeño gran éxito virtual

#BioComunica20: un pequeño gran éxito virtual

Hace unos días celebramos el 6º congreso nacional de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (ComunicaBiotec). En un año diferente hemos querido hacer algo distinto: ya que era inviable hacer un congreso a la vieja usanza lo hemos hecho online, pero complicándonos un poco la vida. El #BioComunica20 se ha desarrollado este año en una plataforma de realidad virtual, con avatares, lo que nos ha permitido paliar, aunque sea un poco, la falta de contacto personal, que tanto echamos en falta. De esta manera, cada ponente y participante tenía un avatar personalizado con el que hablar e interactuar con las demás personas asistentes. Renovarse o morir, que dicen.

 

 

Durante toda una tarde, más de 200 personas inscritas, con una media mantenida de más de 100 personas a lo largo de las 5 horas que duró #BioComunica20, disfrutaron (o eso creemos) de seis mesas redondas y dos charlas con dos temáticas especialmente protagonistas: la pandemia (no hay quien escape a su influencia) y la importancia de la ética en la comunicación científica.

 

El congreso se ha celebrado con el apoyo del patrocinio del Instituto Roche, Grupo Zendal y Bayer España, y con la colaboración de Empireo, Alive Comunicación y Techer Team, a los que agradecemos muchísimo su ayuda.

 

 

Tras la presentación del congreso, en la que como presidente de ComunicaBiotec estuve acompañado del presidente de la Sociedad Española de Biotecnología (SEBiot), Fernando Peláez, y del director general de la Asociación Española de Biempresas (AseBIO). Los tres coincidimos en que la pandemia supone una gran crisis científica y social, pero también una oportunidad para que la comunicación de la ciencia y la biotecnología dé un paso al frente y ayude a las personas a comprender mejor la incierta situación que vivimos. En ello estamos.

 

En esta línea, Fernando señaló: “Contad siempre con la SEBiot, no os cortéis: es fundamental contar bien la ciencia”. Por su parte, Ion añadió: “Asebio está ahí para todo el mundo; gracias por organizar este tipo de congresos; la ciencia hay que difundirla, y hacerlo bien”.

 

Ética, comunicación y biotecnología 

 

Vamos con el contenido. Tras la inauguración, la primera sesión estuvo centrada precisamente en el triángulo ética-biotecnología-comunicación, y contó con la participación de Encarna Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH); Xavi Granda, vocal de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), e Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (AseBIO). La mesa redonda, que estuvo moderado por nuestra socia de ComunicBiotec Tatiana Oviedo, dejó una conclusión clara: la ética no es un freno, sino una garantía.

 

Ion Arocena completó su anterior intervención señalando que el rigor informativo “debe ser de primer nivel, con portavoces que puedan responder a diferentes demandas, y mensajes y canales adaptados según el público”, mientras que Xavi Granda destacó la complejidad que supone moverse en una realidad “en la que se mezclan buenos y malos mensajes”. A su juicio, esta crisis “es una oportunidad, pero se están viendo dos caras, con un periodismo de calidad junto a otro que se resiente”. Además, se mostró preocupado “por el ruido, la infoxicación, desinformación y los bulos” y añadió la necesidad de comprender mejor la ciencia: “Se corrige a sí misma continuamente, y eso no es malo, como muchas veces creemos: es buenísimo. Por su parte, Encarna Guillén recordó los principios de la ética (autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia) e hizo un llamamiento “a la necesidad de no discriminar a las minorías y a cuidar de la pobreza y la desigualdad” al hacer ciencia y comunicarla; concluyó señalando que no todo vale para tratar de defender la salud, por lo que la ética debe estar siempre presente. Este mensaje es fundamental y nunca nos cansaremos de repetirlo.

Comunicación, incertidumbre y percepción social

 

Tras la mesa específica sobre ética, la siguiente sesión trató la importancia de la comunicación en la percepción ciudadana y la incertidumbre social. Nuestra vicepresidenta, Gema Lloret, moderó la participación de Gema Revuelta, directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la UPF; Irene Hernández, periodista de El Mundo, y Guido Senatore, director médico de Bayer en España. Todos coincidieron en que si la comunicación no es correcta puede suponer un factor extra de confusión.

 

Gema Revuelta dejó una de las frases que dejó huella en el congreso: “El único tratamiento efectivo actualmente contra la pandemia es una buena comunicación”. Además, señaló que sólo por esa vía se pueden entender las soluciones a los problemas y facilitar las decisiones. Irene Hernández introdujo una de las reflexiones que se repitió a lo largo del día, el hecho de que se están considerado ‘experta’ a mucha gente que no lo es, y lamentó que algunos científicos “estén adoptando el papel de políticos, lo que añade aún más confusión”. La manipulación de la información con fines políticos es una de las actuales preocupaciones, por lo que Guido Senatore pidió diferenciar entre los criterios científicos y los políticos y tener claro el objetivo de ofrecer una buena comunicación científica en tiempos de crisis: “El uso de recursos científicos actualizados, imparciales y documentados es clave en la difusión del conocimiento, que desempeña un papel fundamental en nuestra contribución a la Comunidad Científica. Hay que ser más útil que simpático”.

 

Divulgación de datos: siempre con contexto

 

La primera charla individual del #BioComunica20 corrió por cuenta de la farmacéutica y divulgadora científica Gemma del Caño, que habló sobre la importancia de dar contexto a los datos científicos para mejorar la comprensión social de la pandemia.

 

Según explicó, “cuantos más datos bien utilizados e interpretados, y correctamente comunicados, mejor podemos hacernos una idea de la realidad”. Gemma admitió que no siempre es fácil saber qué hacer con tantos datos, y que en ocasiones no se manejan bien conceptos importantes, lo que dificulta la exposición de la información: “Los ciudadanos se merecen toda la transparencia cuando nos dirigimos a ellos”. Y dejó otra de las frases clave: “A veces hay que saber decir ‘sólo sé que no sé nada’, y saber que no pasa nada por ello”. Y es que hay que decirlo más y más alto: no pasa nada por admitir que desconocemos ciertas cosas.

 

Educación y formación

 

La educación y la formación fueron protagonistas de la tercera mesa redonda, en la que participaron Aitor Gálvez, bioemprendedor y formador, y Mónica Gutiérrez, vocal de la Federación Española de Biotecnólogos (Febiotec), bajo la moderación de nuestro socio y cofundador Martín Hernández-Palacios. Los tres estuvieron de acuerdo en la importancia de conocer los diferentes caminos y posibilidades que se abren en la carrera de biotecnólogo, y en que entre las habilidades adquiridas debe estar la capacidad de comunicar.

 

 

Mónica Gutiérrez destacó la elección del doctorado y la importancia de planificarlo “desde antes del final de la carrera”, y comentó las “habilidades transversales” que hay en el trabajo de laboratorio y en el ámbito de la empresa, que también tienen sus diferencias. Sobre el seguimiento de la carrera científica, dijo que no siempre se evalúa de forma justa y que las publicaciones tienen quizá excesivo peso. Por su parte, Aitor Gálvez coincidió en la importancia de conocer la rama científica y la rama empresarial de la biotecnología, y apuntó que la segunda recibe en ocasiones menor apoyo. Con respecto a las habilidades que debe adquirirse a lo largo de la formación, citó “saber trabajar en equipo y de manera multidisciplinar, las habilidades directivas y de gestión de grupo, y la empatía para trabajar con los demás”. Insistió en la excesiva presión por publicar y en la importancia de seguir acercando dos mundos: el de la ciencia y el de la financiación, “que no siempre se llevan bien”.

 

Veterinaria: imprescindible para el ‘one health’

 

Acto seguido, nuestro tesorero, Miguel Ángel Llamas, moderó una sesión sobre veterinaria, una de las disciplinas fundamentales en la investigación de la pandemia. Participaron en esta cuarta mesa redonda María Jaureguízar, directora gerente de la Fundación Vet+i Plataforma Tecnológica, y Beatriz Díaz Lorenzo, responsable de Comunicación de los Laboratorios Zendal.

 

María Jaureguizar señaló que la veterinaria suele tener menos predicamento que la salud humana, pero que la investigación en animales también es innovadora, tiene recursos y debe sumar más para el concepto de ‘one health’, que hace darse la mano a la salud humana con la animal. Ya que la investigación en animales es una base fundamental para los hallazgos en salud humana, Beatriz Díaz Lorenzo incidió en la necesidad de comunicar más y mejor esta realidad: “Hay desarrollos españoles de ensayos clínicos en veterinaria y buena actividad en la búsqueda de vacunas; no es sencillo ‘colar’ la veterinaria en los medios de comunicación, pero es importante contar su relevancia para impulsar ese concepto de one health”. Ambas coincidieron en que muchas de las nuevas enfermedades humanas provendrán de animales, por lo que la veterinaria es esencial. No olvidéis este mensaje…

 

Ciencia y comunicación tienen límites éticos

 

El investigador y divulgador científico Lluis Montoliu, que desarrolla su trabajo en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), insistió en el manejo de la ética en la comunicación de novedades científicas en la segunda charla individual del congreso. Sus primeras palabras dejaron clara su tesis: “Naturalmente que la ciencia y lo científicos tenemos límites: hay marcos, normas, compromisos, recomendaciones…una ética de trabajo”. Lluis, vinculado a la asociación casi desde sus inicios, resaltó la importancia de “no mentir ni engañar”, de preservar la máxima de “no hacer el mal” y de cuidar la integridad y la honestidad, no sólo en la ciencia sino también en su comunicación. En tiempos de crisis científica y social es básico saber explicar a la gente cómo trabaja la ciencia, que debe manejar las urgencias e incertidumbres: “Debemos trasladar la frase ‘investígame despacio, que tengo prisa’, y no olvidar nunca la ética ni en la investigación ni en la comunicación”. Amén.

 

 

La oportunidad del periodismo científico

 

La quinta mesa redonda estuvo centrada en el periodismo científico y en el papel de los medios de comunicación. Pampa García Molina, redactora jefe de la Agencia SINC; Eva Belmonte, codirectora de Civio, y Pablo Linde, redactor de El País, hablaron sobre cómo se está contando la pandemia. Yo tuve la suerte y el honor de moderar.

 

 

Pampa García dejó claro que hay muchos tipos de periodismo y que no se pueden valorar todos por igual, y que para hacer buen periodismo científico “no es obligatorio saber mucho de ciencia, pero sí saber hacer buen periodismo”. Recuperó la reflexión, ya comentada en mesas anteriores, del exceso de ‘expertos’ en torno a la pandemia y habló sobre la oportunidad que supone el nuevo coronavirus: “El periodismo de ciencia tiene un momento de oro porque lo que contamos ahora es importantísimo; ahora la ciencia sí interesa a todo el mundo”. Eva Belmonte señaló la necesidad de “tratar de ofrecer certezas entre tanto caos informativo” y recordó que en periodismo las prisas no suelen ser buenas consejeras: “La ciencia necesita de tiempo y el periodismo también, y a veces parece que no lo tenemos”. Además, se refirió al “drama que supone que quien necesita realmente comprender la información sobre la pandemia posiblemente sea quien tenga más dificultad para hacerlo”. Finalmente, Pablo Linde advirtió de la dificultad de informar sin alarmar y reconoció “la tensión constante y diaria” que vive el periodismo por interpretar datos y cifras, lo que deriva “en aciertos pero también en muchos errores”. Los tres coincidieron en que, ya que la ciencia no genera certezas absolutas, el periodismo debe saber transmitir la incertidumbre. Siempre, y especialmente ahora, con rigor y dosis extra de prudencia.

 

Participación ciudadana: hacia una ciencia más social

 

Finalmente, una mesa redonda sobre Participación ciudadana cerró el #BioComunica20. Participaron Jaume Piera, de la Asociación Europea de Ciencia Ciudadana; Laura Sánchez, investigadora ligada a proyectos de participación ciudadana, y Susana Millán, también involucrada en iniciativas de ciencia ciudadana. La sesión estuvo moderada por nuestra socia Irene Asensio.

 

Jaume Piera destacó que la ciencia ciudadana incorpora la actividad social de diferentes colectivos, con participación voluntaria, algo que ha existido siempre pero para lo que ahora hay muchos más medios. Señaló que ayuda a cerrar la brecha entre la academia y la población y que tiene un especial componente motivador, algo en lo que coincidió Susana Millán: “Ser voluntaria me hizo conocer este mundo, que participando se comprende mucho mejor; la bidireccionalidad entre ciencia y sociedad es imprescindible y debemos buscar más horizontalidad entre investigadores y ciudadanos”, señaló. También se refirió al dilema que hay en algunos científicos, que creen que la ciencia puede ser demasiado compleja para incorporar a las personas: “Piensan si la gente tiene o no conocimientos suficientes para involucrarse”, una duda que puede ralentizar el progreso de la participación ciudadana y por la que también mostró preocupación Laura Sánchez: “Tenemos que impulsar la ciencia ciudadana como una herramienta muy potente para generar información y educar en contenidos científicos”. Según explicó, cuestiones como la biodiversidad pueden salir ganando mucho con esta relación, “que atrae a la ciudadanía al ámbito académico y que puede acercar ambos mundos”.

 

A por más BioComunica

Esta 6ª edición del BioComunica se suma a las cinco anteriores, que celebramos en Madrid (dos veces), Barcelona, Sevilla y Valencia. Esta primera experiencia virtual ha funcionado bastante bien, la gente ha quedado contenta y nosotros, desde la asociación, muy satisfechos (y algo cansados) por la organización. Ojalá podamos seguir explorando estas iniciativas virtuales y haciendo cosas online, pero creo que hablo por boca de toda la gente que formamos ComunicaBiotec, y por la de quienes nos conocéis y seguís, que va haciendo falta verse en persona, hablar cara a cara, abrazarnos y, cómo no, ir a tomar algo juntos al final del congreso. No sabemos si esto será posible en el BioComunica21, pero sí que podemos prometer que en breve empezaremos a trabajar para que nuestro 7º congreso anual sea aún mejor. ¡Contamos con vosotr@s!.

 

Un abrazo,

Jose A. Plaza
Presidente de ComunicaBiotec

jose a plaza
japlazajaplaza@gmail.com